miércoles, 5 de septiembre de 2012

narracion


UN RELATO DE MI BISABUELITA 
 Mi bisabuela Altagracia narro lo siguiente:
  Yo alcance a vivir la segunda guerra mundial empezó en 1939 cuando la mayoría de las naciones fueron  implicadas por desacuerdos de ellas , esto altero las relaciones políticas y la estructura social de todo el mundo, haciéndome vivir unos momentos tormentosos, de angustia y desesperanza por el caos que se presentaba en ese entonces , se convirtió en uno también de los momentos que marcaron mi vida algo especial y a la vez demasiado trágico, al recordar este tema me vienen a la mente imágenes y recuerdos de todo lo vivido ,frustraciones que marcaron mi vida para siempre, no te puedo decir si  para bien o para mal.
  Fue algo muy difícil cada suceso por que entre esas grandes batallas de militares, se encontraba un gran hombre, al que cuando yo conocí  ejercía un puesto entre los militares y  que  cuando lo vi por primera vez , para mí se me hizo alguien  muy especial , e interesante y después se convirtió en mi esposo  con el tuve dos hijos, que no pudo ver crecer por que murió en su deber  de batalla al defender a su nación.
  El regreso al pasado me hace ver lo acontecido de cuando la gente desesperadamente buscaba en donde refugiarse y proteger a su familia buscando la manera de sobrevivir a tanto desastre  que nos rodeaba por todas partes sin encontrar un refugio seguro para su protección y bienestar, el entorno se mostraba fatal ya que yo me encontraba en la misma situación para sobre guardar a mis hijos, el ambiente se sentía desolado, lleno de tristeza, desesperación ya que por medio de esos problemas se escaseaba el alimento que necesitábamos, y únicamente lo podían adquirir la gente que tenia recursos económicos.
  Mi esposo falleció a los pocos meses de iniciar la guerra, fue un golpe muy fuerte para mi enterarme de esa tragedia, pero por mis hijos no me rendí, ni me doblegue ante la tristeza que sentía y la impotencia de no haber podido estar con él en su lecho de muerte, de no darle cristiana sepultura, ni una tumba donde llorarle, donde rezarle por que jamás pude encontrar su cuerpo, y ni a quien reclamarle.
  Para mantenerme a salvo tuve que ir de un lugar a otro  para no toparme con cualquier tipo de armas que nos afectaran a mis hijos y a mí, me  las arregle por mi propia cuenta trasladarme y esconderme, hasta que encontré un lugar seguro.
Con el paso del tiempo me encontré con un amigo de mi esposo llamado Francisco el cual  también era militar y el tuvo la fortuna de salir victorioso de esa guerra, el me contaba sus experiencias en el campo de batalla, en sus anécdotas me contaba cómo era ver tantos cadáveres de gente civil y militar que murieron por armas, y me di cuenta que era más difícil encontrarse dentro de la batalla, después de tiempo me ayudo con mis hijos , me protegía , me ayudaba en lo que podía.
Al término de la guerra me seguía frecuentando, cada vez más seguido se preocupaba por mi y por mis hijos, después de tiempo decidimos tener una vida juntos ya que nos entendíamos muy bien, nos casamos  y a los pocos meses quede embarazada, el deserto del cargo de militar para dedicarse a mí y estar como familia.
Con el paso de los años tuvimos varios problemas económicos y una crisis muy dura, tuvimos catorce hijos junto con los dos que yo ya tenía fueron en total diez y seis, pero de ellos solo me vivieron catorce por que los otros dos fallecieron, como todo sentimiento de madre fue una perdida que nada me podía reponer en ese momento, esto también dejo una huella en mi vida, más que de él  aquel sufrir que ya había pasado.
 El motivo por el cual tuvimos tantos hijos fue porque el tenia la idea de tener los hijos que dios le mandara, atreves del tiempo su forma de ser y de pensar fue cambiando, aquel hombre que algún día me protegió, me cuido, y velo por mi bienestar de lo que yo necesitaba desapareció dejando  puros recuerdos y el deseo de que volviera el hombre comprensivo que conocí, que era tan grande para mí, pero una vez que cambiado todo fue muy diferente.
Ahora me pongo a pensar que la guerra fue un suceso que cambio radicalmente mi vida porque si mi primer esposo hubiese seguido vivo, tal vez todo hubiera sido tan diferente, aunque no me arrepiento de los hijos que ahora en este presente me acompañan porque son unas personas de bien, con principios y valores, que fue lo que humildemente pude darles a pesar de las carencias que pasaron cuando eran pequeños.
Me siento orgullosa de tener  a tantos hijos porque siempre supieron y saben valorarme como madre al cuidarme y protegerme ahora que yo ya soy como una niña. A mis 95 años  sigo de pie por que aun tengo ganas de seguir viviendo a pesar de todo lo que trascurrió en mi vida y seguir conociendo a mis bisnietos que son muchos, que ya perdí la cuenta, formando así una grande familia, que siempre seguiré dejando huellas a través de ellos  y por medio de dios espero me dé más del tiempo  para vivir, claro que como todo me siento satisfecha y agradecida por a ver vivido tantos años por el momento. 
Comentario: este relato lo había echo para la materia de historia y en lo personal me pareció interesante e importante para mi.

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