UN RELATO DE MI BISABUELITA
Mi bisabuela Altagracia narro lo siguiente:
Yo alcance a vivir la segunda guerra mundial
empezó en 1939 cuando la mayoría de las naciones fueron implicadas por desacuerdos de ellas , esto
altero las relaciones políticas y la estructura social de todo el mundo,
haciéndome vivir unos momentos tormentosos, de angustia y desesperanza por el
caos que se presentaba en ese entonces , se convirtió en uno también de los
momentos que marcaron mi vida algo especial y a la vez demasiado trágico, al
recordar este tema me vienen a la mente imágenes y recuerdos de todo lo vivido ,frustraciones
que marcaron mi vida para siempre, no te puedo decir si para bien o para mal.
Fue algo muy difícil cada suceso por que
entre esas grandes batallas de militares, se encontraba un gran hombre, al que
cuando yo conocí ejercía un puesto entre
los militares y que cuando lo vi por primera vez , para mí se me
hizo alguien muy especial , e
interesante y después se convirtió en mi esposo
con el tuve dos hijos, que no pudo ver crecer por que murió en su deber de batalla al defender a su nación.
El regreso al pasado me hace ver lo acontecido
de cuando la gente desesperadamente buscaba en donde refugiarse y proteger a su
familia buscando la manera de sobrevivir a tanto desastre que nos rodeaba por todas partes sin
encontrar un refugio seguro para su protección y bienestar, el entorno se mostraba
fatal ya que yo me encontraba en la misma situación para sobre guardar a mis
hijos, el ambiente se sentía desolado, lleno de tristeza, desesperación ya que
por medio de esos problemas se escaseaba el alimento que necesitábamos, y
únicamente lo podían adquirir la gente que tenia recursos económicos.
Mi esposo falleció a los pocos meses de
iniciar la guerra, fue un golpe muy fuerte para mi enterarme de esa tragedia,
pero por mis hijos no me rendí, ni me doblegue ante la tristeza que sentía y la
impotencia de no haber podido estar con él en su lecho de muerte, de no darle
cristiana sepultura, ni una tumba donde llorarle, donde rezarle por que jamás
pude encontrar su cuerpo, y ni a quien reclamarle.
Para mantenerme a salvo tuve que ir de un
lugar a otro para no toparme con
cualquier tipo de armas que nos afectaran a mis hijos y a mí, me las arregle por mi propia cuenta trasladarme
y esconderme, hasta que encontré un lugar seguro.
Con el paso del tiempo me
encontré con un amigo de mi esposo llamado Francisco el cual también era militar y el tuvo la fortuna de
salir victorioso de esa guerra, el me contaba sus experiencias en el campo de
batalla, en sus anécdotas me contaba cómo era ver tantos cadáveres de gente
civil y militar que murieron por armas, y me di cuenta que era más difícil
encontrarse dentro de la batalla, después de tiempo me ayudo con mis hijos , me
protegía , me ayudaba en lo que podía.
Al término de la guerra me
seguía frecuentando, cada vez más seguido se preocupaba por mi y por mis hijos,
después de tiempo decidimos tener una vida juntos ya que nos entendíamos muy
bien, nos casamos y a los pocos meses
quede embarazada, el deserto del cargo de militar para dedicarse a mí y estar
como familia.
Con el paso de los años
tuvimos varios problemas económicos y una crisis muy dura, tuvimos catorce
hijos junto con los dos que yo ya tenía fueron en total diez y seis, pero de
ellos solo me vivieron catorce por que los otros dos fallecieron, como todo
sentimiento de madre fue una perdida que nada me podía reponer en ese momento,
esto también dejo una huella en mi vida, más que de él aquel sufrir que ya había pasado.
El motivo por el cual tuvimos tantos hijos fue
porque el tenia la idea de tener los hijos que dios le mandara, atreves del
tiempo su forma de ser y de pensar fue cambiando, aquel hombre que algún día me
protegió, me cuido, y velo por mi bienestar de lo que yo necesitaba desapareció
dejando puros recuerdos y el deseo de
que volviera el hombre comprensivo que conocí, que era tan grande para mí, pero
una vez que cambiado todo fue muy diferente.
Ahora me pongo a pensar que
la guerra fue un suceso que cambio radicalmente mi vida porque si mi primer
esposo hubiese seguido vivo, tal vez todo hubiera sido tan diferente, aunque no
me arrepiento de los hijos que ahora en este presente me acompañan porque son
unas personas de bien, con principios y valores, que fue lo que humildemente
pude darles a pesar de las carencias que pasaron cuando eran pequeños.
Me siento orgullosa de
tener a tantos hijos porque siempre
supieron y saben valorarme como madre al cuidarme y protegerme ahora que yo ya
soy como una niña. A mis 95 años sigo de
pie por que aun tengo ganas de seguir viviendo a pesar de todo lo que
trascurrió en mi vida y seguir conociendo a mis bisnietos que son muchos, que
ya perdí la cuenta, formando así una grande familia, que siempre seguiré
dejando huellas a través de ellos y por
medio de dios espero me dé más del tiempo para vivir, claro que como todo me siento
satisfecha y agradecida por a ver vivido tantos años por el momento.
Comentario: este relato lo había echo para la materia de historia y en lo personal me pareció interesante e importante para mi.
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